Annina
Boger está igualmente en
Google
Plus.
Desde que Annina Boger, de niña pequeña, empezó a garabatear sus primeras letras, el papel y los materiales para escribir se han hecho sus acompañantes leales. En todas partes están preparados
para retener sus pensamientos.
Como el pintor transmite su inspiración y su opinión en el lienzo, Annina Boger crea sus historias y figuras. Cogidas de la vida, teñidas con fantasía y humor, mezcladas con un toque de sensualidad y cariñosamente compuestas a una obra total.
Así se producen para niños, jóvenes y adultos: cuentos ilustrados encantadores, historias cortas en diferentes estilos y románticas novelas de amor. Hasta ahora principalmente en forma de obras digitales (eBooks), que usted puede comprar en todo el mundo en las tiendas Amazon, y además en muchas otras tiendas de libros.
Material propiedad registrada. Reservados todos los derechos.
Cuento del Agua en un eBook alegremente ilustrado sobre amistad y aventuras en el magnífico y misterioso mundo submarino de la Princesa del Agua.
Un joven y solitario pescador resbala en la orilla del río y queda inconsciente. En ese momento un mundo subacuatico lleno de maravillas se abre ante él. En ese lugar conoce a la melancólica Princesa del Agua que canta canciones de añoranza.
Ambos se hacen grandes amigos y exploran juntos el imperio del agua. Una noche la Princesa del Agua descubre, donde viven los duendes, algo que ella ha echado en falta durante muchos años.
A la mañana siguiente el pescador se despierta en la orilla del río con una preciosa piedra en su mano, brillante como los colores misteriosos del agua. ¿Qué le ha ocurrido?
Esto cuento es disponible en eBooks ilustrados en las cuatro versiones lingüísticas siguientes:
"El Sueño del joven Pescador: Cuento ilustrado” (español)
"The Fisherman's Dream: illustrated Fairy Tale" (inglés)
"Le Rêve Du Jeune Pêcheur: Conte illustré" (francés)
"Das Märchen vom Wasserschloss - Des Fischers Traum" (alemán)
Hace cien años un joven pescador vivía cerca de un río. Cada día conseguía los peces que necesitaba para poder alimentarse.
Estaba satisfecho. Mientras pescaba con su caña, podía observar durante horas y horas como corría el agua hacia un río más grande: unas veces tranquila y otras veces alterada.
Animales grandes y pequeños, árboles y flores vivían allí formando todos ellos su familia.
El adolescente reía a menudo de las nubes que pasaban por el cielo. Ellas formaban figuras tan alegres que parecía como si se persiguiesen unas a otras.
Lo que más le gustaba eran los pájaros que volaban sobre él, por el cielo. Cuando en otoño se marchaban lejos, hacia el sur, el pescador echaba en falta sus alegres sonidos. Pasaba mucho tiempo hasta que el grupo de pájaros volvía de nuevo en primavera al bosque, que se adornaba muy bonito a su llegada:
Los árboles y las matas en la ribera del río lucían sus vestidos más hermosos. Pétalos de flores olorosas cubrían el prado bajo el sol, como si alguien hubiese tirado a propósito dulces de colores sobre la hierba.
Así pasaron casi diez años. A pesar de que, en realidad, nada había cambiado en su vida, el pescador estaba un poco descontento. Apenas sentía los alrededores que antes había estimado tanto. Ahora mismo el gorjear vivo de los pájaros, que lo tenía siempre encantado, le molestaba más que le alegraba.
El mozo que anteriormente era tan alegre se extrañaba de ello y pensaba: Aquí se está tranquilo, estoy bien de salud y no tengo ninguna preocupación. Pero a pesar de todo algo me falta. ¿Qué puede ser? Él solamente tenía en cuenta observar las nubes del cielo por si comenzaba a llover y así poder protegerse la cara con su sombrero.
Cuando en el otoño las aves de paso se reunían para volar hacia el sur, el pescador miraba a lo alto y gruñía:
- ¡Qué alboroto! ¡Ojalá vuelen lejos! Así estaré más tranquilo.
* * *
A la mañana siguiente, la niebla estaba densa sobre el cauce. El pescador bostezaba al mismo tiempo que se despejaba y andaba hacia el agua, para arrojar su caña de pescar.
En ese mismo momento resbaló en la hierba húmeda y se cayó. Su cabeza daba golpes tan intensamente en una piedra que perdió la conciencia entrando enseguida en un sueño profundo.
Entonces ocurrió algo misterioso. El bloque de piedra, por el choque, fue empujado hacia un lado. En la mente del pescador se abrió un paisaje de agua fabuloso. Asombrado contemplaba los extraños alrededores:
Piedras, de todos los colores, que brillaban en el agua relucían hacia él. De islas cubiertas de hojas sobresalían plantas con flores poderosas. Algunas tenían aspecto de árboles. El pescador echaba hacia atrás su cabeza para mirar a lo alto de ellas.
De repente un rayo de luz lo cegó tan intensamente que tuvo que cerrar sus ojos. Cuando abrió un poco los párpados, descubrió a pocos metros de él una flor de color rojo radiante. El pescador se acercó nadando. ¿Qué podría estar escondido en esa flor?
(...)
Ahora comprar y leer este cuento en
todo el mundo, por ejemplo en: